[et_pb_section bb_built=”1″][et_pb_row][et_pb_column type=”4_4″][et_pb_post_title _builder_version=”3.0.106″ title=”on” meta=”on” author=”on” date=”on” categories=”on” comments=”on” featured_image=”on” featured_placement=”below” text_color=”dark” text_background=”off” /][/et_pb_column][/et_pb_row][et_pb_row][et_pb_column type=”1_2″][et_pb_text _builder_version=”3.0.106″ background_layout=”light”]
Cualquier pieza artística realizada con medios, por decirlo así, “polvosos” como carboncillo, pastel o gises, tienen la distintiva característica de tener mayor luminosidad y una cualidad aterciopelada. Antes el carboncillo era utilizado para las pinturas rupestres, y era mezclado con grasa animal para formar una pasta que permitía preservarse hasta la actualidad. Los pasteles han sido utilizados desde el siglo 17. El mayor reto enfrentado por estos medios “polvosos” es hallar el modo de mantenerlos sobre el papel sin ningún tipo de deterioramiento.
Los artistas empezaron a descubrir cómo aplicando un fijador podían impedir que el pastel se descamara del papel o se batieran los colores. Edgar Degas utilizaba leche, aplicándolo con un atomizador, pues al secarse ayudaba al pastel mantenerse fijo en el papel.
[/et_pb_text][/et_pb_column][et_pb_column type=”1_2″][et_pb_image _builder_version=”3.0.106″ src=”https://laviniasframing.com/wp-content/uploads/2019/02/blog-1.jpg” show_in_lightbox=”off” url_new_window=”off” use_overlay=”off” always_center_on_mobile=”on” force_fullwidth=”off” show_bottom_space=”on” /][/et_pb_column][/et_pb_row][et_pb_row][et_pb_column type=”1_2″][et_pb_image _builder_version=”3.0.106″ src=”https://laviniasframing.com/wp-content/uploads/2019/02/f11-1.png” show_in_lightbox=”off” url_new_window=”off” use_overlay=”off” always_center_on_mobile=”on” force_fullwidth=”off” show_bottom_space=”on” /][/et_pb_column][et_pb_column type=”1_2″][et_pb_text _builder_version=”3.0.106″ background_layout=”light”]
Hoy en día existen fijadores en spray. Son muy efectivos pero deben ser aplicados con cuidado para no salpicar y no modificar cualquier detalle de la obra. Los fijadores son una buena solución, sin embargo, existen otras medidas que deben ser consideradas al realizar un trabajo de enmarcado. Este tipo de obras, y la mayoría realizadas sobre papel, deben contar con protección de cristal o acrílico, además de contar con una o dos marialuisas extra para conservarlo.
Desafortunadamente, existen otros problemas. Cualquiera de estos medios, aun habiendo sido compuestas o haber sido rociadas con un fijador, van a continuar cayendo del papel al ser sacudidos o si la pieza cae. El pigmento del pastel, el gis o el carboncillo caerá y se irá acumulando en la marialuisa.
[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][et_pb_row][et_pb_column type=”4_4″][et_pb_text _builder_version=”3.0.106″ background_layout=”light”]
Lo que hacemos en Lavinia’s para prevenir esto es utilizar espaciadores, lo cual es emplear una marialuisa entera o partes de una detrás de la marialuisa donde está la obra, previniendo la acumulación de polvo por la caída del gis, pastel o carboncillo del papel.
Por último: si la pieza es muy grande, lo van a transportar o está en elcuarto de un niño (dónde le vidrio roto puede ser un problema), es mejor utilizar acrílico. El único problema del acrílico es que al limpiar su superficie se crea estática lo cual hace desprender el medio de la obra. Aquí la mejor opción es buscar un acrílico libre de estática, del cual disponemos en Lavinia’s. Si tienen cualquier duda sobre cómo enmarcar cualquier tipo de trabajo, los invitamos a llamarnos o pasar al taller.
[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]