Una historia que merece ser contada

Lavinia Ruiz

Como asesora de empresas, tengo la oportunidad de colaborar con diversos modelos de negocio en una de las instituciones educativas más prestigiadas del país. A pesar de que por mis manos pasan múltiples proyectos, debo admitir que no soy consciente de los detalles finos de muchos ellos.
Mi relación con Lavinia comienza por la amistad. Sabía superficialmente sobre su actividad y su empresa Lavinia´s Framing. Nuestras carreras profesionales de pronto encontraron puntos de coincidencia.

Ella; totalmente orientada al arte, la creatividad y la inspiración. Yo; enfocada en el orden, los sistemas y la productividad. Luego de asesorar la empresa de Lavinia por casi tres años, sucede que puedo sacar la cabeza de los libros y logro ver por primera vez el taller con toda su magia. Puedo apreciar de manera más delicada la gran aportación que hace al arte en México.
Por primera vez, tuve la oportunidad de acompañarla la West Coast Art and Frame Expo 2019 en la ciudad de Las Vegas, donde se dan cita los líderes del sector. Clientes y proveedores concurren con el único propósito de intercambiar sus novedades y crear nuevas alianzas comerciales que; aunque se me antojan muy interesantes desde un punto de vista empresarial, pude percibir un poco de frialdad.

“Le faltaba un ingrediente” pensé…


Me di a la tarea de absorber lo más que pude sobre las tendencias mundiales de hacer negocio. La forma automatizada de crear innumerables piezas en poco tiempo. Repasamos la productividad, los márgenes de utilidad y sobre todo la incorporación de la tecnología para llegar a más y con mejores tiempos de entrega. Todo ello repito; que desde un punto empresarial me parece fascinante ya que es el eje de mi propia naturaleza y mi razón de ser como asesor.


Repartimos la agenda de trabajo y vi a Lavinia corriendo de un lado a otro para llegar a sus talleres. Muy puntualmente se dejó cautivar por la mercadotecnia y los secretos de la industria que resuelven algunos problemas técnicos con los que se encuentra todos los días dentro de su taller.




Ambas compartíamos por las tardes el resultado de nuestros talleres y planeábamos el rumbo de la empresa mientras dejábamos bocaditos a medio comer y tazas de café o copas de vino a medio tomar. Una experiencia incomparable que me acercó mucho más a la persona y me alejó un poquito de la empresa.

tardes el resultado de nuestros talleres y planeábamos el rumbo de la empresa mientras dejábamos bocaditos a medio comer y tazas de café o copas de vino a medio tomar. Una experiencia incomparable que me acercó mucho más a la persona y me alejó un poquito de la empresa.


Me di el gusto de observarla con cierta perspectiva. Mi completa ignorancia en el tema me permitió hacer preguntas que Lavinia tuvo mucha paciencia en contestar. Comencé por preguntarle cómo ella cambió los pinceles y lápices por las tiras de madera y el pagamento.

Lavinia es una artista con una gran trayectoria personal de la que habla poco. Le pregunté cómo logra inspirarse para intervenir piezas de otros artistas en su taller y cómo logra transmitirlo a su equipo de trabajo. Me intrigaba saber cómo elige un material u otro; una forma o un color.


Ella me mira como si no me comprendiera. Para ella es tan natural; efectivamente no me comprende, porque yo tampoco la comprendo a ella. Un artista es alguien que siente y luego existe. Un artista es quien se emociona, se inspira y crea. No sé si es en ese orden, pero es un hecho que existe un proceso en los términos que yo si entiendo.


A ella la mueve el triunfo de otro, la mueve la estética, la mueven las formas, los colores, la mueve la proyección que la pieza tendrá en una exhibición; pero lo más importante es, que cuando la inspiración no llega, entonces se conmueve. Lo visual se complementa con lo emocional y entonces sucede la magia.


Me habló de cómo llega una pieza a la tienda. Me habló de cómo los artistas o los dueños de una pieza se comportan. Me describió las personalidades de sus clientes y las diversas exigencias o la total libertad que le dan a ella para intervenir. Me habla de estados de humor, del significado. Me habló de lo mucho que cada pieza representa en las vidas de sus propietarios y cómo resuelve cada caso particular.

En este ir y venir de ideas, sería injusto dejar fuera la pieza principal de su éxito; su valiente compañero de vida que es un hombre decidido y visionario que a base de café, vino, buena comida y curiosidad fue dirigiendo los pasos de Lavinia y quien ha sido su total apoyo desde hace años.

Es una historia de amor que se convierte en una historia de éxito empresarial.

Es un binomio emocional y empresarial muy interesante.

Ella es el corazón, él es la razón.


Personalmente quise hablar un poco de esta historia de éxito; porque con gran orgullo puedo concluir que lo que yo vi entre talleres y conferencias fueron una serie de técnicas de crecimiento automatizado en su gran mayoría. Aclaro que no tengo nada en contra; de hecho, es lo que se recomienda para casi todas las empresas.


Recordé nuevamente que Lavinia es una artista por sí misma. Coincidimos en que los hijos son el principio y el fin en nuestras vidas. Hablamos de cómo la necesidad económica te hace hacer ciertas cosas que después te dirigen a resultados insospechados como fue el caso de Lavinia´s Framing que es el resultado de su propia historia de vida.

Esta experiencia me dio la respuesta a la excelente reputación que Lavinia´s Framing tiene en San Miguel de Allende y la importancia que tiene para un artista lo que aporta la magia del taller de Lavinia a sus obras en México y en el extranjero.


A Lavinia´s Framing le distingue la excentricidad, la exclusividad, la personalización y la emoción que debe acompañar a la obra de cada artista. Cada pieza es un reto. Cada pieza es un proceso creativo. Cada pieza es un proyecto. Cada pieza nos pondrá en riesgo como empresa porque es un hecho que este reto conlleva un alto grado de satisfacción. Es un hecho que la automatización de una emoción es imposible. Es un hecho que nuestros clientes no buscan el corte y el ensamble.


“Nuestros clientes buscan que su pieza tenga fua como diría Lavinia”

Lavinia Ruiz 2019


Seguiremos trabajando todos en Lavinia´s Framing para seguir corriendo esos riesgos que aportan al arte en México un ingrediente de exclusividad, buen gusto y calidez.
Seguiremos trabajando por utilizar los mejores materiales disponibles en el mercado y ponerlos al alcance de la industria del enmarcado en México comprometiéndonos a compartir nuestros secretos y llegar a las empresas que quieran profesionalizar su servicio en cualquier parte de la república mexicana. Seguiremos los pasos de este sueño de trascendencia que hoy emplea a un número importante de personas creativas y dedicadas.
Seguramente veremos pronto a Lavinia al frente de estos foros donde podrá compartir su experiencia en la creación de un nicho dentro de la industria del enmarcado a nivel mundial.

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